Medían fuerzas el Valencia de Marcelino y el Deportivo Alavés en el estadio de Mestalla, en el duelo de la penúltima jornada de La Liga Santander.
Con mucho en juego para ambos equipos, los locales lograron el premio de depender de si mismos en la última jornada si quieren jugar la liga de campeones la próxima campaña.
Y es que los visitantes no se lo iban a poner fácil. Con la reciente herida local en competición europea ante el Arsenal, el Glorioso hizo daño al Valencia a balón parado tras un buen arranque.
Fue Ximo Navarro el que dio fe a los aficionados del Alavés hacia la séptima plaza. Con el paso de los minutos, El Valencia estaba dispuesto a resarcirse y así lo hizo.
Primero Carlos Soler aprovechó un error infantil y catastrófico de Duarte en una cesión corta hacia Pacheco para convertir el primero.
Y fue a balón parado como llegó el segundo del conjunto ché. Lo convirtió Santi Mina. El gallego conectó un cabezazo imposible para Pacheco, culminando la remontada.
Tras el paso por vestuarios, los resultados en otros campos favorecían a los locales y se ponían imposibles para los visitantes.
A pesar de ello, el Glorioso sacó garra y luchó en Mestalla con Twumasi y Rolan, pero no consiguieron inquietar a Jaume Domenech.
En los últimos compases del partido, el recién entrado Kevin Gameiro sentenció el encuentro con un cabezazo en una contra que sorprendió a Pacheco. Era el 3-1.
Mestalla recuperó la felicidad. El Valencia está vivo en Copa y tiene todo a favor para conseguir la cuarta plaza tras los pinchazos de Getafe y Sevilla.
Al Deportivo Alavés le queda disfrutar ante su gente de una temporada en la que se logró el objetivo principal con creces, y olvidar esta fatal racha de resultados.